Los humanos hemos visitado casi todos los rincones de la Tierra.
Hemos viajado a la Luna. Pero nunca hemos llegado al núcleo del
planeta.
Ni siquiera hemos estado cerca. El punto central de la Tierra está
a más de 6.000 km de profundidad. Pero incluso la zona más externa
del núcleo está a unos 3.000 km bajo nuestros pies.
El agujero más profundo
que jamás se haya hecho en la superficie es el Pozo Superprofundo de
Kola en Rusia y sólo tiene 12,3 km de profundidad.
Un aura de misterio rodea lo que se esconde bajo la superficie. No
obstante, resulta sorprendente todo lo que sabemos sobre el núcleo.
¿Pero cómo hemos podido aprender tanto?
Una buena manera de empezar es pensar en la masa de la Tierra,
dice Simon Redfern, científico de la Universidad de Cambridge, en
Reino Unido.
Podemos estimar la masa del planeta observando el efecto
de la gravedad sobre los objetos de la superficie. Resulta que la
masa de la Tierra es de 5,9 sextillones de toneladas: eso es 59
seguido de 20 ceros.
"La densidad del material en la superficie de la Tierra es
mucho menor que la densidad promedio de toda la Tierra, así que eso
nos dice que hay algo mucho más denso", explica Redfern.
Esto nos hace pensar que la mayor parte de la masa de la Tierra
tiene que estar localizada en el centro del planeta. El paso
siguientes es tratar de entender qué materiales pesados conforman el
núcleo.
Se cree que un 80% es hierro. La principal evidencia es la enorme
cantidad de hierro que hay en el universo que nos rodea.
En la superficie el hierro no es tan abundante como uno podría
esperar, por eso la teoría es que cuando se formó la Tierra hace
4.500 millones de años, gran parte del hierro se fue hacia el
núcleo.
Allí es donde está la mayor parte de la masa y donde debe estar
también la mayoría del hierro. El hierro es un elemento
relativamente denso en condiciones normales, y bajo presión extrema
en el núcleo de la Tierra debe haberse tornado más denso, con lo
cual un núcleo de hierro daría cuenta de toda la masa que falta.
La Tierra tiene un poderoso campo magnético, y eso es
gracias al núcleo parcialmente líquido. El movimiento constante del
hierro liquido crea una corriente eléctrica dentro del planeta, y
eso, a su vez, genera un campo magnético que se extiende hacia el
espacio.
El campo magnético nos protege de las radiaciones solares
dañinas. Si el núcleo de la Tierra no fuese como es, no habría
campo magnético y eso nos traería una serie de problemas.
Ninguno de nosotros ha visto el núcleo, pero es bueno saber que
está allí.
Chris Baraniuk BBC Future
Artículo entero
No hay comentarios:
Publicar un comentario