Galardón por el beneficio que supone para la Humanidad el ahorro energético
Nobel de Física para los padres de las luces eficientes LED
Ilustración de Akasaki, Amano y Nakamura.
N. ELMEHED
Una de las voluntades de Alfred Nobel fue siempre que los galardonados hubieran colaborado con su trabajo científico al avance de la Humanidad.
Este año, el Comité de los Premios ha decidido otorgar el Nobel de
Física a los profesores de origen japonés Isamu Akasaki e Hiroshi Amano,
de la Universidad de Nagoya (Japón), y Shuji Nakamura, de la
Universidad de California en Santa Barbara (California, EEUU) por la
"invención de los diodos eficientes de emisión de luz azul que han
permitido las fuentes de luz blanca de ahorro energético".
En la tecnología LED la electricidad es convertida directamente en
partículas de luz -en fotones-, al contrario de lo que sucede en otro
tipo de lámparas en las que la corriente es utilizada par calentar un
material que se ilumina con la temperatura, por lo que sólo una pequeña
cantidad de energía se usa para producir luz. Esta diferencia es lo que
permite a los LED tener un consumo de energía tan bajo. Pero se trata de
una tecnología en desarrollo que no deja de mejorar. El último récord
de luz -medida en lúmenes- por cada vatio utilizado es de 300 en uno de
los modernos LED frente a los 16 de una bombilla tradicional o los
apenas 70 de los fluorescentes, pero al contrario que en estas fuentes
de luz, los LED no contienen mercurio que gestionar
cuando se acaba su vida útil. Además, la duración de las lámparas
desarrolladas por los premiados tienen una duración de unas 100.000
horas de uso, frente a las 10.000 de los fluorescentes o las 1.000 de
las bombillas, es decir, duran 100 veces más tiempo que las bombillas
incandescentes tradicionales, con el beneficio que eso supone en
términos de materias primas utilizadas.
El anuncio del galardón de 2014 sucede a uno de los premios de Física con mayor repercusión de la historia del Nobel. En 2013, Peter Higgs y Francois Englert
por proponer de forma teórica la existencia del bosón de Higgs, la
partícula elemental que confiere masa a todas las partículas del
Universo y que fue hallado experimentalmente en el CERN de Ginebra en
julio de 2012.
Como cada año, Thomson Reuters había realizado sus previsiones de los posibles ganadores del galardón.
Entre los favoritos estaban Charles L. Kane, Laurens W. Molenkamp y
Shoucheng Zhang, por sus investigaciones sobre un estado de la materia a
escala cuántica llamado efecto Hall cuántico. La segunda propuesta
realizada por Thomson Reuters era el trabajo realizado por James F.
Scott, Ramamoorthy Ramesh y Yoshinori Tokura en el desarrollo de las
memorias ferroeléctricas. Y el tercero en discordia era Peidong Yang, de
la Universidad de Berkeley (California) por su contribución a la
creación del primer nanocable nanoláser, uno de los láseres más pequeños
que existen, sólo visibles al microscopio. Pero del mismo modo que
sucedió con los ganadores en la categoría de Medicina, los vaticinios de la agencia fallaron.
Ninguna de las categorías del Nobel se acerca siquiera a la igualdad entre hombres y mujeres ganadoras, pero la de Física es la peor parada.
De los 107 premios nobel otorgados desde el año 1901 hasta 2013 y 197
científicos que han recogido el galardón de la academia sueca tan solo
dos de ellos son mujeres. La primera en obtenerlo fue Marie Curie,
que lo recogió junto a su marido Pierre y a Henri Becquerel en 1903, en
un momento en el que las mujeres estaban completamente excluidas de la
ciencia. Y la segunda fue Maria Goeppert-Mayer, una física teórica
estadounidense de origen alemán que obtuvo el Nobel en 1963 por proponer
el modelo de capas nucleares.
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