Del
mismo modo que usted, yo o mi vecina cuidamos nuestras plantas, con
más amor, si cabe, cuida Noemí a sus bacterias.
Todos
los días ella las cuida, riega, alimenta y las protege del frío o
del calor extremo.
Las
colecciona, las intercambia con sus colegas y las bautiza con un
nombre nuevo cuando no están repetidas.
Las
bacterias aunque pequeñas, son seres VIVOS de VITAL importancia,
valga la redundancia, porque en ellas se encuentran las respuestas
sobre el origen de la misma en nuestro planeta.
-¿A
lomos de un cometa?
-No
lo sé, pero es muy probable.
En
medicina, en veterinaria, en farmacología, en agricultura y en un
largo etcétera de materias es muy importante el conocimiento de
estas criaturas, cómo crecen, en qué medio se reproducen, cómo
alterarles su material genético para hacerlas más débiles o más
poderosas ante otros organismos vivos, como animales, plantas o seres
humanos.
Eso
es lo que hace Noemí, esta joven bacterióloga investigadora que con
su trabajo laborioso y constante, no siempre bien pagado, nos ayuda a
protegernos de las poderosas BACTERIAS.
Agradezcamos
a estos jóvenes investigadores su labor en pro de la Ciencia,
apoyemos su trabajo y evitemos que tengan que marchar fuera a
buscar un futuro mejor. Nuestro país no se lo puede permitir.
Pues
si, gracias Noemí por cuidar las bacterias del mismo modo que usted,
yo o mi vecina cuidamos nuestras plantas, con más amor, si cabe...
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